Es posible que nunca hayas oído de McKinsey & company, pero es una de las empresas más poderosas del mundo. Con un patrimonio de 800.000 millones de dólares y unos ingresos de 15.000 millones al año; parece relativamente poca cosa comparada con otras empresas de las que se habla en el mundillo de la conspiración como BlackRock o Vanguard. Pero hay que recordar que McKinsey es una consultora. No es un banco o un fondo de inversión. Su importancia yace en su influencia y no en su riqueza.
El sector de las consultoras está en muchos países desregulado y es controvertido. Muchas veces no se sabe muy bien por que se paga exactamente y algunos consultores ni siquiera son expertos en los sectores que están asesorando.
Muchas veces se contrata a la consultora para que llegue a la conclusión a la que el cliente quiere que se llegue. Así, el terreno de las consultoras está abonado y es fértil para la corrupción.
En el caso de McKinsey asesoran a las empresas y gobiernos más importantes del mundo. Empresas tan influyentes como Microsoft, Pfizer, Trump Organization, Starbucks, Coca-Cola, la Fundación Bill y Melinda Gates... y algunos de los gobiernos más importantes del mundo como los de Estados Unidos, Canadá, Francia, Rusia, China, Arabia Saudita o Sudáfrica, son todos clientes de McKinsey.
McKinsey está totalmente integrada en la estructura del Nuevo Orden Mundial. Sus empleados son reclutados de las mejores universidades como Harvard, Yale, o las becas Rhodes. De McKinsey han salido personajes con Pete Buttigieg, candidato presidencial en EE.UU, William Hague, ministro de asuntos exteriores del Reino Unido, Wopke Hoekstra, ministro de Finanzas holandés, y el Principe Friso de los Países Bajos.
El ambiente laboral en la empresa es tóxico cuanto menos. Si no asciendes eres despedido. Lo cual garantiza que la empresa se quede solo con los mejores; pero a la vez eso incentiva una cultura de traiciones y acoso laboral dentro de la empresa.
El ambiente laboral en la empresa es tóxico cuanto menos. Si no asciendes eres despedido. Lo cual garantiza que la empresa se quede solo con los mejores; pero a la vez eso incentiva una cultura de traiciones y acoso laboral dentro de la empresa.
Pete Buttigieg, ex-empleado de McKinsey
Es una de las consultoras más poderosas y prestigiosas del mundo, pero también una de las más odiadas y corruptas.
McKinsey está implicada en las siguientes joyas:
- McKinsey estuvo implicada en la creación de Enron y su cultura de la corrupción, lo que acabó siendo la quiebra más grande la historia con unas perdidas de 74.000 millones de dólares.
Enron, una de las joyas de la corona de McKinsey
- McKinsey tuvo un papel clave en la gran recesión de 2008. Recomendando a los bancos a que securitizaran las hipotecas que luego provocaron la crisis. Una vez la economía se derrumbó ellos se fueron con los bolsillos llenos con sus amigos criminales de Wall Street y la City de Londres bajo la mirada pasiva o incluso con la colaboración de las clases políticas de Europa y EE.UU. Mientras, millones de ciudadanos de a pie quedaban en la calle sin casa, sin trabajo y sin dinero.
- McKinsey colaboró con la captura estatal en Sudáfrica. Mientras el gobierno de Jacob Zuma robaba a manos llenas y a causa de ello millones de sudafricanos se quedaban a oscuras por los cortes eléctricos, a McKinsey le parecía bien si se les dejaba tener una parte del pastel.
Jacob Zuma, compinche de McKinsey
- Pero quizás el mayor de los crímenes de McKinsey es la crisis de los opioides. Los fabricantes de OxyContin pagaban millones a McKinsey. Los cuales usaban para pagar sobornos a médicos para que recetaran un medicamento que sabían bien lo adictivo que era, aunque en su publicidad decían que menos del 1% de los pacientes se enganchaba al producto. El resultado fue medio millón de muertos por sobredosis de oxycontin, millones y millones de personas adictas que destrozaron sus propias vidas y las de sus familiares y que pasaron a usar otros opioides. La crisis de los opioides todavía continúa en todo el mundo y sus consecuencias siguen sacudiendo el mundo con millones de muertos y miles de millones en perdidas. McKinsey solo fue multada 600 millones por este asunto, aunque algunas demandas aún continúan.
- McKinsey también ayudó al gobierno dictatorial de Arabia Saudita a identificar a disidentes que luego fueron torturados y asesinados por las autoridades sauditas.
- Otro papel prominente de McKinsey fue asesorar a gobiernos durante la pandemia. Algo un poco extraño teniendo en cuenta que Pfizer también está entre sus clientes. Lo cual es cuanto menos un conflicto de intereses.
- Un conflicto de intereses similar al que se creó cuando McKinsey trabajó para el complejo industrial-militar chino y el Pentagono al mismo tiempo.
Estos niveles de corrupción y el conocimiento de McKinsey de los mismos, dan a esta empresa un enorme poder sobre estas empresas.
Sin embargo, la mayoría de los clientes de McKinsey solo quieren que los asesoren en como ganar más dinero. Lo cual es normal teniendo en cuenta que el objetivo de cualquier empresa es maximixar los beneficios minimizando los gastos. El problema son las recomendaciones de McKinsey a sus clientes. Que normalmente consisten en bajar salarios y prestaciones para los empleados, la deslocalización de empresas a lugares como China y puede llegar hasta el punto de recomendarles formas de intimidar y reprimir a sindicalistas. Por este motivo, McKinsey es considerado uno de los principales responsables por la destrucción de la clase media de Estados Unidos y otros países occidentales.
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